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¡Sé íntegro!

Sin duda alguna, es uno de los valores más importantes que podemos tener como seres humanos, la integridad. Tiene como raíz la pureza, al aplicarla en nuestra vida, nos hace rectos, sinceros, intachables, irreprensibles. Dios es íntegro al cien porciento y espera que un corazón íntegro y conceptos íntegros sean parte fundamental en cada uno de nosotros. Los resultados son maravillosos, porque la integridad evidencia que somos lo que decimos que somos, y no hay mejor símbolo de coherencia, liderazgo y honestidad que demostrar con hechos las cosas que decimos con nuestra boca. ¿Qué sucede si no has sido la persona más íntegra? Es el momento de empezar, comprométete contigo mismo y con Dios a ser una persona íntegra, honesta y coherente en todos tus actos. No olvides que tus hechos hablan por sí solos sobre tu integridad.

Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz. Salmos 37:37

Dios te bendiga



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