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Estamos en un mundo marcado por la incertidumbre cada dÃa, situaciones repentinas mantienen al mundo en una alerta constante y por diversas circunstancias, muchos pierden la esperanza.
La esperanza es esa convicción del ser humano que le indica en su mente y en su corazón que mejores tiempos vendrán, que las vicisitudes actuales serán superadas y que lo malo no volverá. Pero hoy queremos hablarte de una esperanza real, ¡Una Esperanza Viva! Que sólo podemos tener en Jesús, el Salvador del mundo.
La Escritura declara:
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. 1 Pedro 1:3
Esta esperanza viva tiene un objetivo y lo declara el versÃculo siguiente:
Para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1 Pedro 1:4-5
Esta Palabra que hoy tenemos el placer de presentarte entraña una asombrosa verdad. Qué maravilloso es poder tener la certeza, la certidumbre, la confianza y la convicción de que colocando nuestra Fe en el Rey de Reyes y Señor de Señores podemos caminar tranquilos en esta tierra y esperar con paciencia la Salvación que pronto se ha de manifestar en aquellos que le aman. Te invitamos a escudriñar este hermoso pasaje, a reflexionar en él y sobre todo a confiar en las promesas de la Biblia. ¡Gloria a Dios por su amor! ¡Cristo Viene! Dios te bendiga.
